Gastos de comunidad y obligaciones del inquilino en España

Gastos y suministros (comunidad, IBI, basura, agua/luz/gas) 3 min de lectura · publicado 11 de septiembre de 2025
Si eres inquilino en España y te han repercutido gastos de comunidad, es normal tener dudas sobre si debes pagarlos y cómo actuar. En este artículo explico de forma clara qué son los gastos repercutibles, cuándo correspondería abonarlos según la Ley de Arrendamientos Urbanos y qué pasos tomar si crees que te están reclamando gastos indebidos. Verás qué documentos reunir, cómo comunicar la reclamación a la comunidad o al propietario, y qué plazos y recursos legales existen para impugnar cargos. El objetivo es darte herramientas prácticas para proteger tus derechos sin complejidades técnicas, con ejemplos concretos y consejos para organizar la prueba antes de acudir a un juzgado o a servicios de mediación.

Qué son los gastos repercutibles

Los gastos repercutibles son cargos que, según contrato o acuerdo comunitario, pueden trasladarse a quien ocupa la vivienda en relación con el uso o consumos privados, o con servicios claramente vinculados al arrendamiento. La determinación concreta depende del contrato de alquiler y de la normativa aplicable, incluida la Ley de Arrendamientos Urbanos.[1]

En la mayoría de los casos, los inquilinos tienen derecho a condiciones básicas de habitabilidad.

¿Quién debe pagarlos?

En general, el inquilino puede ser responsable de los gastos que se pacten en el contrato y de suministros individualizados que consuma. No obstante, cargas extraordinarias de la comunidad o impuestos municipales suelen corresponder al propietario salvo pacto en contrario. Revisa tu contrato y las actas de la comunidad para confirmar obligaciones y reparto de importes.

Gastos habituales que pueden repercutirse

  • Cuotas ordinarias de la comunidad relacionadas con servicios que se facturen al usuario.
  • Suministros con contador individual (agua, luz, gas) cuando el contrato lo contemple.
  • Reparaciones o mantenimiento atribuible al uso privado del inquilino cuando esté pactado.

Si la comunidad reclama cantidades, pide siempre el desglose y las facturas que justifiquen cada concepto. Guarda copias de todo lo recibido y pagado.

Solicita por escrito el desglose y las facturas antes de realizar cualquier pago adicional.

Cómo reclamar y qué pruebas reunir

Para impugnar un cargo es clave documentar la situación y comunicarla por escrito. Conserva recibos, contratos, certificados de la comunidad y comunicaciones por email o burofax. Si existe desacuerdo, notifica formalmente la reclamación y solicita una rectificación o explicación detallada.

  • Contrato de alquiler y cláusulas sobre suministros y gastos.
  • Recibos y justificantes de los pagos que hayas realizado.
  • Actas o acuerdos de la comunidad que establezcan el reparto de gastos.
  • Comunicaciones enviadas o recibidas (emails, burofax, notificaciones).
Documentar todo paso a paso facilita resolver conflictos sin necesidad de iniciar un procedimiento judicial.

Si la reclamación no se resuelve, puedes solicitar mediación o acudir al Juzgado de Primera Instancia para presentar una demanda por cantidad o por incumplimiento contractual, según proceda.[2]

Preguntas frecuentes

¿Me pueden obligar a pagar gastos de comunidad?
Solo si el contrato lo establece o si existe un acuerdo claro en la comunidad que traslade el coste al ocupante; consulta la redacción del contrato y las actas de la comunidad.[1]
¿Qué plazos tengo para reclamar?
Depende del tipo de reclamación: para impugnar acuerdos de comunidad suele haber plazos cortos indicados en la normativa y para reclamar cantidades la prescripción general puede variar; consulta recursos oficiales o un abogado para plazos concretos.[2]
¿Qué pruebas son más útiles?
Contratos, recibos, facturas, actas de comunidad y cualquier comunicación escrita que muestre reclamaciones o autorizaciones son las pruebas clave.

Cómo hacerlo

  1. Reunir toda la documentación: contrato, recibos, facturas y actas relevantes.
  2. Comunicar la reclamación por escrito a la comunidad y al propietario, solicitando el desglose detallado.
  3. Si no hay respuesta, solicitar mediación o preparar una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia.
  4. Contactar con servicios de orientación para inquilinos o con un abogado especializado si la cuantía o complejidad lo aconsejan.
Actuar dentro de los plazos es fundamental para no perder derechos procesales.

Ayuda y recursos


  1. [1] BOE - Texto consolidado de la Ley de Arrendamientos Urbanos
  2. [2] Ministerio de Justicia - Guía y servicios de procedimiento civil
Bob Jones
Bob Jones

Editor e investigador, Tenant Rights Spain

Bob redacta y revisa contenido sobre derecho de alquiler para distintas regiones. Le apasiona la justicia habitacional y simplificar las protecciones legales para los inquilinos en todas partes.