Entrada del casero: derechos inquilinos España
¿Cuándo puede entrar el casero?
Por norma general, el casero necesita el consentimiento del inquilino para entrar en la vivienda. La Ley de Arrendamientos Urbanos protege el derecho de disfrute y solo permite entradas sin permiso en casos muy concretos, como orden judicial o situaciones de urgencia que requieran acceso inmediato.[1] Si existe un acuerdo en el contrato, debe respetarse lo pactado mientras no contravenga la ley.
Aviso previo y plazos
No hay un plazo único aplicable en todos los contratos para avisar de una visita; lo razonable suele ser avisar con antelación suficiente para acordar horario. Cuando la entrada es para obras o reparaciones no urgentes, pide siempre un aviso por escrito y guarda copia.
- Pide siempre un aviso por escrito antes de cualquier visita.
- Guarda fotos, mensajes y registros de llamadas que prueben comunicaciones y autorizaciones.
- Negocia horarios razonables para evitar molestias y documenta el acuerdo.
- No permitas la entrada si no hay consentimiento salvo en emergencias o mandato judicial.
Entradas por reparaciones y habitabilidad
El casero está obligado a mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad; por eso puede organizar reparaciones necesarias, pero debe respetar tu derecho al aviso y a la intimidad. En casos de averías graves (por ejemplo, fuga de agua que cause daños) se admite la entrada urgente para evitar perjuicios mayores.
Si el casero entra sin permiso
Si consideras que ha habido una entrada ilegal, actúa con calma y sigue estos pasos prácticos para proteger tus derechos.
- Documenta inmediatamente: fotos, vídeos y nombres de testigos si los hay.
- Contacta al casero por escrito solicitando explicación y copia del aviso, y guarda la respuesta.
- Si no hay solución, valora presentar demanda en el Juzgado de Primera Instancia o solicitud de medidas cautelares.[2]
- Si temes por tu seguridad, contacta a las fuerzas y cuerpos de seguridad y conserva el parte o informe.
Preguntas frecuentes
- ¿Puede el casero entrar sin avisar si necesita revisar algo rápido?
- Solo en situaciones de urgencia (riesgo de daños graves) o con orden judicial; para controles rutinarios debe existir tu consentimiento o un pacto contractual.
- ¿Qué prueba es mejor si quiero reclamar?
- Fotos, vídeos con fecha, mensajes escritos, testigos y cualquier comunicación por escrito con el casero son las pruebas más útiles.
- ¿A quién puedo acudir si el casero no respeta mi intimidad?
- Puedes reclamar en el Juzgado de Primera Instancia y pedir asesoría legal o asistencia en servicios de consumo o vivienda de tu comunidad autónoma.
Cómo hacerlo
- Reúne y organiza todas las pruebas (fotos, vídeos, mensajes, testigos).
- Envía un requerimiento formal por escrito o burofax al casero solicitando explicación y medidas.
- Si no hay respuesta satisfactoria, presenta demanda en el Juzgado de Primera Instancia correspondiente.[2]
- Asiste a las diligencias o vista aportando tus pruebas y testigos.
- Valora solicitar medidas cautelares si la entrada continuada pone en riesgo la habitabilidad o tu seguridad.
- Contacta con asesoría legal o servicios públicos de vivienda para apoyo y orientación.
Puntos clave
- Documenta siempre cualquier entrada y conserva las pruebas para reclamar.
- Exige avisos por escrito y respeta los acuerdos contractuales en la medida de la ley.
- Si no hay solución, puedes acudir al Juzgado de Primera Instancia para proteger tus derechos.
Ayuda y recursos
- Texto consolidado de la Ley de Arrendamientos Urbanos (BOE)
- Información y trámites judiciales (Ministerio de Justicia)
- Portal del Poder Judicial